Me acoge en esta vida un pueblo navarro llamado Etxarri-Aranatz el 28 de Junio de 1961. La tradición musical es muy importante en el ambiente de mi pueblo. Desde niño siento afición por la música y el canto. Un día de reyes apareció en mi zapato una guitarra. Y fue el comienzo de una bonita y duradera historia de amor. A pesar de que yo me esperaba un traje del Athletic de Bilbao.
A los 14 años aproximadamente, hago mi primera canción y descubro la necesidad de comunicar hechos que te marcan por medio de la poesía y la música. El hecho al que me refiero es la muerte de mi amigo Oscar cuando se bañaba en la piscina de un pueblo cercano. Después continúo con un villancico y me doy cuenta que me sobra todo cuando compongo.
Canto en festivales estudiantiles y benéficos. Como anécdota puedo decir que con 16 años aproximadamente, canto en un concierto una canción titulada “Libertad que cara eres de comprar”. Estamos hablando del año 1978-79 y en aquella época era obligatorio presentar las letras de las canciones en el Gobierno Civil. Y así lo hicieron los organizadores. Esa canción vino prohibida para su canto en público. Evidentemente la canté y no me consta que ocurriera nada. Ya para estas fechas, componer es un acto necesario en mi vida y no lo dejará de ser nunca.
Evidentemente la canté y no me consta que ocurriera nada.
Con 19 años, tengo la posibilidad de grabar. Pero las ofertas chocaban con el consejo cercano. Y dejé pasar ese tren. Siempre me he preguntado por qué lo hice. Nunca se sabe lo que hubiera pasado. Pero sé y siento profundamente que era mi camino.
Me caso con 24 años y me dedico junto con María, mi mujer, a un proyecto de vida en el cual pronto aparecen 3 personas más. Tres personas maravillosas. Y centrados en la viabilidad de esta cuadrilla, nos dedicamos a demostrarle a la vida que no se ha equivocado al confiarnos semejante menester. Pero la canción es algo que no puedo dejarlo y sigo componiendo. De vez en cuando me llaman para cantar alguna cosilla. Tengo un bonito recuerdo del homenaje a Carmen Moro en Hontoria del Pinar. Carmen Moro actuaba como pianista con Olga Ramos y luego lo hizo sola con “La chica del 17”. Cuando Ángel (un fenómeno, dueño y creador del Salam que era un pub sala de conciertos pequeña ) le organizó el homenaje, calculo que Carmen tendría unos 80 años. Qué maravilla de mujer.
Hago una canción para mi hijo Iñaki, el mayor. Es curioso que ahora que me ha tocado actuar en el homenaje a José Antonio Labordeta, he descubierto entre otras cosas, su canción a su hija mayor, Ángela. El habla de Nieve en Abril y yo hablo de que vuela un halcón entre las nubes. Cualquiera diría si luego no la escucha entera que se trata de una canción para un hijo.
Yo soy de pueblo y siempre he dicho que en este mundo y por encima de razas, religiones etc. está la gente que es de pueblo y el que no lo es. Y yo soy de pueblo.
Rabanera del Pinar, en Burgos es un rincón de una belleza impresionante. La carretera muere en el pueblo lo que le da un plus de seguridad a sus calles. Me enamoré de este pueblo. De sus gentes. De su paisaje. De sus costumbres. Y con el tiempo, de los pueblos de Castilla. Creo que el motivo más importante para decidirme volver a sentir lo que hace muchos años no sentía, lo tiene la paz y la vivencia en Rabanera. Y no es otra cosa que volver a cantar en conciertos.